Las elecciones europeas son sin lugar a dudas, un tema que concierne a la ASC, ya que desde la política, la ciudadanía participa activamente en ella, y el animador debe encargarse de lograr que la participación sea eficaz no solo en cuanto al aumento del porcentaje de las personas que acuden a las urnas, sino también en el fomento de la información sobre las personas a las que se pueden votar y su ideología.
Bien es sabido que, a cuanta mayor información y conocimiento en lo que respecta a la política, mayor será la crítica y el análisis que de esta, la ciudadanía pueda realizar sobre las elecciones y sus consecuencias.
¿Qué supone votar en las elecciones europeas? ¿Porqué es necesario realizar una votación? ¿Las elecciones europeas son más importantes que las elecciones de los partidos en el territorio español? ¿Qué consecuencias va a tener para España el hecho de que haya elecciones? Todas estas cuestiones no deben ser contestadas por el animador, pero si que debe facilitar la información que sea necesaria para proporcionar el tan acuciante entendimiento de la política en la ciudadanía.
Los centros cívicos, las casas de cultura y en general, todos los equipamientos de proximidad, deben suministrar la información sobre las elecciones, así como su potenciación en todos los ámbitos, intentando fomentar el interés a través de los animadores en conexión con diversas asociaciones y el voluntariado; sin lugar a dudas, este es un momento decisivo para alcanzar la plena participación de la sociedad en la política, y esto solo puede ser posible si se colocan sobre la mesa, los distintos medios y herramientas que son necesarias para tal fin; a saber: información sobre las elecciones y sus representantes, animadores que expliquen el funcionamiento de las elecciones (proporción que cada país tiene en sus elecciones en toda europa, ¿demografía o no?), folletos, viñetas y representaciones gráficas. En fin, todas aquellas medidas que conduzcan a la igualdad de conocimiento, comprensión o entendimiento de todos los posibles votantes, de tal modo que, su decisión sea tomada crítica y razonablemente.
Votar no es solo acudir a las urnas, supone también, reflexión acerca de que se decide y porqué, además de una toma de posición respecto a la realidad en el ámbito político y la comparación entre lo que la realidad presenta y lo que las palabras dictan (recordemos que en la política todo es matizable, y que la ley o las medidas que en las elecciones se aplican son cuestionables dependiendo del punto desde donde se mire: ¿verdadera democracia en las elecciones?).
Para terminar, el animador en este sentido, debe invitar a la participación y al debate, sin olvidar por supuesto, que debe ser absolutamente imparcial en lo que supone el apoyo hacia una u otra decisión; no es cuestión de enseñar a votar, se trata de enseñar a pensar en política desde la razón, a crear una posición propia, a no dar por absoluto o inamovible ideas y creencias, se trata en definitiva, de capacitar en la autonomía del pènsamiento y la participación de la ciudadanía.
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